Perú: Un país de altibajos económicos
Desde la independencia de Perú en 1821, el país ha experimentado períodos de optimismo y largos períodos de decepciones. La nueva República Peruana heredó instituciones coloniales que perduraron hasta bien entrado el siglo XX, mientras que otras, como el tributo indígena y la esclavitud, fueron abandonadas anteriormente.
El auge económico del guano
A partir de 1845, el país experimentó una recuperación económica y prosperidad gracias a la exportación de guano a los mercados europeos. La extracción y comercialización del guano era un monopolio dirigido por el estado. Los ingresos del guano se redistribuyeron e invirtieron en artillería militar, expansión de la burocracia estatal y pago de la deuda nacional.
También permitió al país construir un sistema ferroviario y nuevas carreteras para acceder y transportar los recursos naturales. El auge económico llegó a su fin cuando se agotó el suministro de guano. El gobierno de Ramón Castilla se encontró en una crisis fiscal debido a los préstamos que tomó para financiar inversiones de capital y su propia burocracia. El atraso económico heredado de los colonizadores no mejoró mucho, ya que la mayoría de la población seguía siendo tan pobre como cuando comenzó el auge. Sin embargo, la clase rica se hizo más rica y la brecha de ingresos se amplió.
La larga decadencia
Después de este período, el país comenzó un largo declive. La guerra con Chile y Bolivia, la crisis mundial de 1872, la inestabilidad política y los gobiernos militares, todo contribuyó a su declive económico.
La primera ola de globalización y el auge minero
En la década de 1890, Perú abrazó su primera ola de globalización, permitiendo a las compañías extranjeras invertir en la exploración de recursos naturales, esta vez en caucho y minería. El auge del caucho terminó en 1920, pero la industria minera siguió creciendo.
Políticas económicas fallidas
En la década de 1970, Perú adoptó una serie de políticas erróneas, nacionalizando muchas industrias y haciéndolas menos competitivas. Con el objetivo de proteger la industria local y mantener contenta a la población, el gobierno intervino en la economía imponiendo controles de precios y restricciones al comercio exterior en forma de altos aranceles a las importaciones. En 1980, el país volvió a la democracia, pero el gobierno de Belaunde y el gobierno subsiguiente de García se encontraron con déficits fiscales y monetarios que desencadenaron la inflación.
El crecimiento económico reciente
En la década de 1990, el gobierno de Fujimori adoptó políticas económicas restrictivas y abrió la economía a la inversión extranjera. Desde entonces, los dos gobiernos siguientes, Toledo y García, han continuado con las mismas políticas económicas y la economía del país ha crecido a un ritmo promedio del 4,5% anual desde principios de la década de 1990. La prosperidad se puede ver en el crecimiento de la clase media.
Las causas de la falta de desarrollo en Perú
Perú sigue la misma tendencia económica que muchos otros países de América Latina, básicamente, períodos de recuperación económica seguidos de períodos de malas políticas, inestabilidad política y declive económico. Existe un debate ideológico sobre las causas del relativo fracaso de Perú en su desarrollo. Las explicaciones populares incluyen su herencia cultural religiosa, una mentalidad de ser víctimas de la explotación de potencias extranjeras y una geografía difícil. Sin embargo, los académicos creen que entre las principales causas se encuentran las desigualdades sociales extremas y persistentes exacerbadas por la inestabilidad política. La corrupción y el socavamiento del estado de derecho son las principales causas de la debilidad de sus instituciones.