En el siglo XIX, América del Sur fue testigo de una serie de eventos que llevaron a la independencia de muchas de sus colonias. La crisis económica, la pérdida de poder de España en Europa, la guerra de independencia en América del Norte y las revueltas de los nativos contribuyeron a un clima favorable para el desarrollo de ideas emancipadoras entre la población criolla en América del Sur. Sin embargo, la oligarquía criolla en Perú disfrutaba de privilegios y se mantuvo leal a la Corona Española.
El Movimiento de Liberación en Argentina
El movimiento de liberación comenzó en Argentina, donde se crearon juntas autónomas como resultado de la pérdida de autoridad del gobierno español sobre sus colonias. Después de luchar por la independencia del Virreinato del Río de la Plata, José de San Martín creó el Ejército de los Andes y cruzó los Andes en 21 días, un gran logro en la historia militar. Una vez en Chile, se unió al general del ejército chileno Bernardo O’Higgins y liberó el país en las batallas de Chacabuco y Maipú en 1818.
La Llegada a Perú
El 7 de septiembre de 1820, una flota de ocho barcos de guerra desembarcó en el puerto de Paracas bajo el mando del general José de San Martín y Thomas Cochrane de la Armada de Chile. Inmediatamente, el 26 de octubre, tomaron el control de la ciudad de Pisco. San Martín se estableció en Huacho el 12 de noviembre, donde estableció su sede, mientras que Cochrane navegó hacia el norte bloqueando el puerto de Callao en Lima. Al mismo tiempo, en el norte, Guayaquil fue ocupada por fuerzas rebeldes bajo el mando de Gregorio Escobedo.
La Estrategia Diplomática en Perú
Debido a que Perú era el bastión del gobierno español en América del Sur, la estrategia del patriota argentino, el general San Martín, para liberar Perú fue utilizar la diplomacia. Envió representantes a Lima instando al virrey Pazuela a conceder la independencia a Perú, sin embargo, todas las negociaciones resultaron infructuosas.
El virrey de Perú, Joaquín de la Pazuela, nombró a José de la Serna comandante en jefe del ejército lealista para proteger Lima de la amenaza de invasión de San Martín. El 29 de enero, de la Serna organizó un golpe de Estado contra de la Pazuela, que fue reconocido por España y fue nombrado virrey de Perú. Esta lucha interna de poder contribuyó al éxito del ejército liberador.
Para evitar un enfrentamiento militar, San Martín se reunió con el recién nombrado virrey, José de la Serna, y propuso crear una monarquía constitucional, propuesta que fue rechazada. De la Serna abandonó la ciudad y el 12 de julio de 1821 San Martín ocupó Lima y declaró la independencia de Perú el 28 de julio de 1821. Además, creó la primera bandera peruana. Alto Perú (Bolivia) permaneció como un bastión español hasta que el ejército de Simón Bolívar lo liberó tres años después. José de San Martín fue declarado Protector de Perú.
La Campaña de Simón Bolívar
Simón Bolívar lanzó su campaña desde el norte, liberando el Virreinato de Nueva Granada en las Batallas de Carabobo en 1821 y de Pichincha un año después. En julio de 1822, Bolívar y San Martín se reunieron en la Conferencia de Guayaquil. Bolívar quedó a cargo de liberar completamente Perú, mientras que San Martín se retiró de la política después de que se convocara el primer parlamento. El recién fundado Congreso Peruano nombró a Bolívar dictador de Perú, otorgándole el poder de organizar el ejército.
Con la ayuda de Antonio José de Sucre, derrotaron al ejército español en la Batalla de Junín el 6 de agosto de 1824 y en la Batalla de Ayacucho el 9 de diciembre del mismo año, consolidando la independencia de Perú y Alto Perú. Posteriormente, Alto Perú se estableció como Bolivia.