La Economía Central de los Incas
En la economía inca, no existía un comercio a gran escala dentro de sus fronteras. El trueque se realizaba entre individuos. Sin embargo, los incas tenían una economía planificada de manera centralizada, quizás la más exitosa vista jamás. Su éxito radicaba en la gestión eficiente del trabajo y la administración de los recursos que recolectaban como tributo.
El trabajo colectivo era la base de la productividad económica y la creación de riqueza social en la sociedad inca. Trabajando juntos, las personas en el ayllu (el centro de la productividad económica) crearon tanta riqueza que los españoles se quedaron asombrados con lo que encontraron. Cada ciudadano estaba obligado a contribuir con su trabajo, y la negativa o la pereza eran castigadas con la pena de muerte. El trabajo se dividía según la región: la agricultura se centralizaba en las regiones más productivas, la producción de cerámica, la construcción de caminos, la textil y otras habilidades según los ayllus. El gobierno recolectaba todo el excedente después de satisfacer las necesidades locales y lo distribuía donde era necesario.
A cambio de su trabajo, los ciudadanos recibían ropa, alimentos, atención médica y educación gratuitos. Los incas no utilizaban dinero, de hecho, no lo necesitaban. Su economía estaba tan eficientemente planificada que cada ciudadano tenía cubiertas sus necesidades básicas. Los intercambios económicos se realizaban mediante el sistema de trueque, en el que las personas intercambiaban cosas que necesitaban entre sí. Los arqueólogos creen que no había una clase comercial en la sociedad inca. Sin embargo, sí había comercio externo a pequeña escala con tribus fuera del imperio, principalmente de la Amazonía.
El Ayllu
La agricultura desempeñaba un papel importante en la economía inca. Los incas crearon la economía planificada de manera centralizada más exitosa que contribuyó a la creación de riqueza social en la sociedad inca. El ayllu estaba en el centro del éxito económico del Imperio Inca.
Los ayllus estaban compuestos por familias que vivían cerca unas de otras en la misma aldea o asentamiento. Los ayllus también proporcionaban cohesión social, ya que las personas que nacían en un ayllu también se casaban dentro del ayllu. Cada ayllu se especializaba en la producción de ciertos productos según su ubicación. Los ayllus agrícolas se encontraban cerca de tierras fértiles y producían cultivos optimizados para el tipo de suelo. Su producción se entregaba al estado, que a su vez la redistribuía a otras ubicaciones donde el producto no estaba disponible.
El excedente se guardaba en collcas, almacenes a lo largo de los caminos y cerca de los centros de población. Otros ayllus se especializaban en la producción de cerámica, ropa o joyas; las habilidades se transmitían de generación en generación dentro del mismo ayllu. Los ayllus producían prácticamente todo lo necesario para la vida cotidiana, que sería distribuido por el estado a otros ayllus. La abundancia y diversidad de recursos y su disponibilidad durante malas cosechas y guerras hacían que la población fuera leal al gobierno local y al Sapa Inca.
Trabajo Colectivo e Impuestos
Había tres formas en las que se organizaba el trabajo colectivo:
- Ayni: para ayudar a un miembro de la comunidad que lo necesitara. Ayudar a construir una casa o ayudar a un miembro enfermo de la comunidad son ejemplos de ayni.
- Minka: trabajo en equipo en beneficio de toda la comunidad. Ejemplos de minka son la construcción de terrazas agrícolas y la limpieza de los canales de riego.
- Mita: el impuesto pagado al Inca. Dado que no había moneda, los impuestos se pagaban con cultivos, ganado, textiles y especialmente con trabajo. Los trabajadores de la mita servían como soldados, agricultores, mensajeros, constructores de caminos o cualquier otra tarea que necesitara ser realizada. Era un servicio rotativo y temporal que cada miembro del ayllu estaba obligado a cumplir. Construían templos y palacios, canales de riego, terrazas agrícolas, caminos, puentes y túneles; y todo esto sin la ayuda tecnológica de la rueda. Este sistema era equilibrado y recíproco. A cambio, el gobierno proporcionaba alimentos, ropa y medicamentos. Este sistema permitía que el imperio tuviera todos los productos necesarios disponibles para su redistribución según la necesidad y los intereses locales.
Quipus
Los incas y sus predecesores no desarrollaron un sistema de escritura, sin embargo, crearon el quipu para llevar un registro de las transacciones. El quipu o khipu eran franjas de hilos de colores unidos a un hilo horizontal y hechos de algodón o lana de llama. Los hilos colgantes contenían nudos que tenían un significado. Había diferentes tipos de nudos, como el simple, el de figura ocho y el nudo largo de cuatro vueltas. La posición en la que se ataban los nudos, la secuencia de los nudos y el color del hilo tenían un significado particular.
Los incas utilizaban el quipu como un sistema de contabilidad para registrar impuestos, llevar un registro del ganado, medir parcelas de tierra, realizar censos, como calendario, llevar un registro del clima y muchos otros usos. El quipu más grande tiene 1.500 hilos. El quipu más antiguo encontrado fue en la Ciudad Sagrada de Caral Supe y data de alrededor del 2500 a.C.
La Tenencia de Tierras
La tierra se distribuía según el tamaño de la familia. El uso de la tierra era un derecho que tenían los individuos como miembros del ayllu. El curaca, como representante del ayllu, redistribuía la tierra a cada miembro según el tamaño de sus familias. Las dimensiones de la tierra variaban según su calidad agrícola y se medían en tupus, una unidad de medida local.
Una pareja casada recibía un tupu y medio, por cada hijo varón la pareja recibía un tupu y por cada hija recibían medio tupu. Cuando el hijo o la hija comenzaban su propia familia, se les quitaba un tupu adicional y se le daba a la nueva familia. Cada familia trabajaba su tierra, pero no la poseía, la propiedad era del estado inca. La tierra se utilizaba para proporcionar alimentos de subsistencia para la familia.