La costa oeste de Perú: un desierto único que bordea el Océano Pacífico

La costa oeste de Perú, que bordea el Océano Pacífico, es una larga franja desértica que se extiende desde el departamento de Tumbes en el norte, fronterizo con Ecuador, hasta Tacna en el sur, fronterizo con Chile, con una longitud total de 1,555 millas o 2,500 km. Esta región tiene una temperatura promedio de 25 a 28 °C durante los meses de diciembre a abril, y de 12 a 15 °C durante los meses de mayo a noviembre.

La costa peruana: hogar de más del 50% de la población del país

Aunque la costa solo abarca aproximadamente el 10% del territorio peruano, alberga a más del 50% de la población. Grandes ciudades como Lima, la capital, Trujillo, Chiclayo y Tacna se encuentran en la costa. Estas ciudades son el centro de la actividad económica y atraen a personas del interior del país en busca de prosperidad económica.

La diversidad del desierto de la costa peruana

El desierto varía a lo largo de la costa, a veces es difícil distinguir dónde termina el desierto y comienza la playa. Su ancho varía de 10 a 100 millas o 16 a 160 km. La parte más ancha del desierto es el desierto de Sechura, ubicado en el norte entre las ciudades de Piura y Chiclayo. Esta área está escasamente poblada y es rica en roca de fosfato utilizada en fertilizantes.

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A diferencia de los desiertos convencionales, la costa de Perú está cubierta por una densa niebla o neblina llamada "garúa" durante los meses de invierno. Esta niebla es el resultado de la Corriente de Humboldt, descubierta en 1802 por el científico Alexander von Humboldt. Esta corriente trae agua fría a lo largo de la costa del Pacífico, lo que provoca la formación de una densa niebla cuando entra en contacto con el aire seco del desierto. Además, la vegetación de la costa peruana es muy diversa debido a los diferentes microclimas creados por las corrientes marinas.

El desafío de la agricultura en el desierto

La aridez del desierto hace que la agricultura sea una tarea difícil en la costa peruana. Las antiguas civilizaciones precolombinas como los Chimú, Lima, Paracas y Nasca prosperaron en áreas pequeñas y fueron apoyadas por ríos que provenían de las montañas. Estas civilizaciones lograron canalizar el agua de los ríos, lo que dio origen a los valles que conocemos hoy en día. Sin embargo, la disponibilidad de agua en estos valles depende de la lluvia en los Andes, lo que los hace susceptibles a la sequía o inundaciones. Fuera de estos valles, gran parte del paisaje costero es seco y polvoriento.

A pesar de la aridez, la costa peruana ha preservado momias, ruinas y arte precolombino como textiles y cerámicas creadas por estas antiguas civilizaciones preincaicas que florecieron en la costa de Perú. Además, en algunas partes de la costa, conocidas como "lomas", la niebla es tan densa que se condensa lo suficiente como para mantener la vegetación local.

En resumen, la costa oeste de Perú es una región única y fascinante que bordea el Océano Pacífico. Su desierto, su densa niebla y su diversa vegetación la hacen un lugar especial. A pesar de los desafíos que presenta para la agricultura, ha sido el hogar de antiguas civilizaciones y sigue siendo el centro de actividad económica en el país.

Laura Pueyes

Laura Pueyes

Laura Pueyes, profesora del Colegio Nacional San José de Chiclayo, Perú. "Educar es la mejor inversión en el futuro de nuestra sociedad."

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