El ingenioso sistema de caminos y puentes de los Incas
Los Incas fueron magníficos ingenieros. Construyeron un sistema de caminos y puentes a través de los terrenos más difíciles de los Andes. Gracias a su sistema de trabajo colectivo y su economía centralizada avanzada, los Incas pudieron asegurar mano de obra ilimitada. Construyeron más de 14,000 millas de camino pavimentado que conectaba Cusco, la capital, con todos los rincones del imperio.
Los puentes incas
Construyeron puentes en todo el imperio. Sus puentes colgantes se construyeron utilizando fibras naturales. Las personas indígenas todavía utilizan la misma técnica en áreas remotas de los Andes.
La comunicación era muy importante para mantener la política inca. Considerando que los Incas no conocían el uso de la rueda y que su único medio de transporte eran las llamas o alpacas, es sorprendente que pudieran controlar un territorio tan grande y mantener la paz hasta que fueron invadidos por los conquistadores españoles.
La economía centralizada de los Incas
El Ayllu era el centro de la actividad económica. Su trabajo era un impuesto llamado mita, a cambio recibían alimentos, tierras, ropa, educación y atención médica.
El éxito de la economía centralizada del imperio condujo a la armonía social y a su rápida expansión. La economía de planificación central de los Incas fue, quizás, la más eficiente y exitosa jamás vista. El trabajo colectivo del ayllu estaba en el centro de la productividad económica. Cada miembro estaba obligado a contribuir con su trabajo como tributo y, a cambio, recibían alimentos, ropa, vivienda, educación y seguridad en atención médica.
La economía inca no utilizaba dinero como unidad de intercambio ni mercados para el comercio. Sin embargo, comerciaban con otras tribus fuera de sus fronteras. Cada unidad de producción se planificaba cuidadosamente y se distribuía donde se necesitaba.
Como economía agrícola, los Incas se aseguraban de almacenar suficiente comida en caso de mal tiempo o guerra, por lo que cultivaban más alimentos de los que necesitaban. Construyeron edificios de almacenamiento llamados tambos a lo largo de los caminos para distribuir alimentos a los pueblos cercanos. El excedente se guardaba como una red de seguridad. La producción era planificada por el gobierno central, cada pueblo producía un producto específico y se distribuía a otros pueblos de la misma manera que se distribuía la comida.
La medicina de los Incas
Los Incas creían que las enfermedades eran causadas por fuerzas sobrenaturales.
La medicina practicada por los Incas estaba relacionada con la religión y los rituales. Creían que las enfermedades eran causadas por malos espíritus o estaban relacionadas con la brujería. Los hombres medicina eran chamanes que utilizaban extractos de plantas, plantas frescas o secas, animales vivos o muertos y minerales acompañados de cantos, oraciones y danzas. Se creía que los chamanes tenían poderes curativos especiales. Su descubrimiento más importante y uno que todavía se utiliza ampliamente en la sociedad andina actual es el uso de extractos de plantas como digitalis purpurea, maticaliz camomilla y plantago paralias, entre otros.
Los Incas también realizaban cirugías craneales llamadas trepanaciones para curar enfermedades mentales o lesiones. Perforaban un agujero en el cráneo del paciente, lo dejaban sangrar y luego realizaban un ritual para expulsar a los malos espíritus.
Las fortificaciones y construcciones incas
Los Incas desarrollaron técnicas de arquitectura e ingeniería sobresalientes sin el uso de la rueda y herramientas modernas. Sus construcciones han demostrado resistencia a los terremotos durante 500 años y hoy en día sirven como bases para muchos edificios. Los Incas eran hábiles canteros, utilizaban granito y piedra caliza para construir sus ciudades y fortalezas para protegerlas.
Un gran ejemplo de fortaleza es Ollantaytambo. El Inca Pachacuti lo construyó y Manco Inca lo reforzó después de que los conquistadores hubieran invadido Cusco. Ollantaytambo sirvió como capital temporal del Imperio Inca.
La comunidad más magnífica que construyeron los Incas es la ciudadela de Machu Picchu, construida entre las montañas de Machu Picchu y Huayna Picchu.
Los quipus incas
Los Incas no tenían un lenguaje escrito, pero tenían un sistema de contabilidad. El quipu era una colección de cuerdas de colores hechas de alpaca, llama o hilos de algodón que se utilizaban para registrar información contable en forma de nudos. Los nudos representaban valores numéricos utilizando el sistema decimal. Utilizaban el quipu como dispositivo de registro para realizar un seguimiento de deudas, producción o cualquier información numérica.
El quipu más antiguo se encontró en la ciudad de Caral y data aproximadamente del 2600 a.C. Confirma la hipótesis de que los Incas heredaron muchos aspectos de su cultura de civilizaciones anteriores que conquistaron.
Acueductos y terrazas agrícolas
Desde el principio, los Incas se dieron cuenta de que no podían depender de las lluvias para su suministro de agua, por lo que aprendieron a desviar agua de los ríos cercanos. Construyeron canales de agua que requerían las capacidades más avanzadas de ingeniería hidráulica. La mayoría de los canales estaban tallados en rocas y las juntas se rellenaban con arcilla. Los acueductos se inclinaban hacia arriba y hacia abajo de las pendientes de las montañas para llegar a las terrazas agrícolas y las ciudades.
Debido al terreno abrupto e inconsistente de los Andes, los Incas crearon terrazas agrícolas para maximizar el uso de sus tierras fértiles. Cortaban terrazas que parecían escaleras empinadas en las colinas para crear terrenos planos. Utilizaban su avanzado sistema de riego para llevar agua a las terrazas. Las terrazas también reducían la erosión del suelo. Fueron muy exitosas y permitieron maximizar la producción agrícola.
Los alimentos básicos andinos como el maíz, las papas y la quinua alimentaban a la mayor parte de la población inca. El gobierno sabía que al seguir alimentando a su población, se mantendría al mínimo el levantamiento social.